La confusión sobre las diferencias entre el domicilio social, fiscal o comercial se ha generalizado en los últimos años como consecuencia de la internacionalización de los mercados. A la hora de crear una empresa es importante conocer las diferencias, que están relacionadas intrínsecamente con los intereses o las circunstancias de una empresa.

La principal diferencia es que el domicilio social es de dominio público, mientras que el fiscal es privado. A continuación se intentarán esclarecer las dudas sobre estos conceptos.

Domicilio social

Para constituir una sociedad mercantil, primero se debe inscribir el domicilio social en el Registro Mercantil. De este modo, la empresa será de dominio público y, por tanto, podrá ser localizada. Este domicilio es el lugar donde se llevan a cabo la administración y la dirección de la empresa, sin necesidad de coincidir con el establecimiento comercial si existiera.

Cabe destacar que el domicilio social solo se podrá cambiar mediante escritura pública, que deberá ser enviada al Registro Mercantil y a la Agencia Tributaria. Además, es algo propio para empresas, mientras que los autónomos o freelancers no están obligados a efectuar la domiciliación social.

Domiciliación fiscal

Conforme a la Ley General Tributaria, el domicilio fiscal hace referencia al lugar donde se registra una empresa y donde se realizan los trámites relacionados con la Administración y el control fiscal.

 

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Este tipo de domiciliación vincula a la persona física o jurídica a ese lugar concreto. En ese domicilio el empresario recibirá las notificaciones de Hacienda y desde el cual tiene que gestionar sus responsabilidades fiscales. Al contrario que en el anterior caso, este domicilio se puede modificar con posterioridad a través del modelo 036, documento para inscribirse en el Censo de Empresarios.

Holded destaca tres aspectos a tener en cuenta:

  • El domicilio fiscal de las personas físicas que no trabajan por cuenta propia es su residencia habitual.
  • En el caso de los autónomos, el domicilio fiscal se asocia a su vivienda, pero también puede ser el lugar donde se gestionan las actividades administrativas de la empresa.
  • Y el domicilio fiscal de las empresas, que suele coincidir con el social, es el lugar en el que se llevan a cabo las actividades económicas.

Por otro lado, el domicilio comercial, también conocido como postal, hace referencia a la dirección física que utiliza una empresa para recibir y atender a sus clientes.

Dada la situación, son muchos los profesionales que optan por domiciliar su empresa en una Oficina Virtual. Entre sus ventajas destacan, sobre todo, usar la dirección de dicha Oficina Virtual en la publicidad y en la web de una empresa. Además, la domiciliación permite recibir las notificaciones de la Agencia Tributaria, así como la recogida de correo certificado y la paquetería.

Referencias:

https://www.pymesyautonomos.com/fiscalidad-y-contabilidad/cual-es-la-diferencia-entre-el-domicilio-social-y-el-fiscal

https://coworkidea.com/que-mareo-que-diferencia-hay-entre-el-domicilio-social-y-el-fiscal/

https://castellana91.es/2017/10/23/domicilio-social-fiscal-comercial/

 

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